• Visión Compartida

Cómo y por qué construir una vivienda bien aislada

¿Cuáles son los beneficios de ejecutar una envolvente eficiente en un hogar? ¿Cuál es el mejor tipo de aislación? ¿Qué productos son los recomendados?

La industria de la construcción argentina está cada vez más consciente de la necesidad de edificaciones de calidad. Ya son numerosos los desarrolladores que construyen bajo normas LEED e incorporan tecnologías de avanzada que ofrecen espacios más responsables con el medioambiente y saludable para sus habitantes.

Pero no es usual escucharlos hablar de la envolvente de las viviendas, un punto que, en definitiva, es esencial para determinar la calidad de vida que ofrecerán. “Sin embargo, dentro del sector, últimamente se está revirtiendo rápidamente la costumbre de ahorrar en calidad de envolvente, debido al incremento de los costos de la energía y a la exigencia de aplicación de leyes como la 13.059”, señala el arquitecto Sebastián Cegatti, responsable del Departamento de Sustentabilidad del Grupo Unicer.

¿Pero por qué es tan importante garantizar una envolvente eficiente? Además de conseguir niveles adecuados de confort térmico interior y el consiguiente ahorro de energía en climatización, el beneficio principal es el de mantener la salud de quienes ocupan los espacios. “El vapor y la humedad afectan directamente a los habitantes: una envolvente mal aislada genera condensaciones que, en algunos casos, pueden producir mohos y bacterias en los interiores, dando lugar a enfermedades”, explica Cegatti. Por otra parte, una aislación deficiente es causante del deterioro, rápido envejecimiento y pérdida de valor de la propiedad.

¿Pero cómo se logra entonces una envolvente de calidad? Según el arquitecto especialista en Sustentabilidad, la mejor aislación térmica es aquella que proviene de materiales naturales, ya que permiten una interacción saludable con los habitantes. “Esto lo garantizan debido a que no desprenden sustancias tóxicas, permiten que la vivienda ‘respire’ y no almacenan ningún tipo de radiación”, explaya Cegatti.

Un claro ejemplo de esto es la construcción llamada tradicional, aquella ejecutada mediante ladrillos cerámicos huecos. Este noble material está fabricado con materia prima 100% natural, sin agregados químicos que puedan dañar la salud humana. “Bien aplicado, proporciona que su masa acumule temperatura y amortigüe los cambios térmicos en el interior”, asegura el arquitecto.

El Grupo UNICER lanzó este año la línea de productos Doble Pared. La diferencia de este ladrillo con los convencionales y que lo convierte en más eficiente, es que tiene una mayor cantidad de huecos. Esto hace que se generen cámaras de aire que, al estar interrumpidas entre sí, no permiten que el aire pase en forma continua y cortan el puente térmico, controlando el intercambio de temperatura entre el interior y el exterior.

Otra superadora ventaja de la línea Doble Pared es que permite ejecutar un muro doble empleando un solo ladrillo, acelerando los tiempos de obra y requiriendo menos materiales. Por último, es ideal para la construcción de paredes de cerramiento exterior gracias a su alta eficiencia energética.