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Esperando la reactivación

Si bien todos los indicadores oficiales muestran mejores desempeños mes a mes, dentro de la industria ladrillera todavía no se perciben. Durante el primer cuatrimestre de 2017, la actividad se retrajo en un 4,67% en comparación con el último cuatrimestre de 2016.

Finalizó el primer cuatrimestre de 2017, año tan nombrado en la esperada reactivación, y cada actor de la industria de la construcción argentina comienza a elaborar sus informes de resultados.

Según los datos del Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC), elaborado por el INDEC, durante el mes de abril el índice subió un 10,5% interanual. A su vez, el Índice Construya (IC) anunció que el despacho de materiales aumentó en un 6,6% respecto al mismo mes del año pasado. Por último, el Índice del Costo de la Construcción (ICC), también a cargo del INDEC, aumentó sólo un 1% en su capítulo Materiales, la mitad que en marzo y mucho menos que en los meses anteriores.

Todas estas cifras parecen indicar que la actividad constructiva en Argentina ha mejorado y que el mercado está cada vez más lejos de aquella recesión que tanto deprimió al sector en los últimos años. Pero los reportes del Grupo UNICER, responsable del 60% de la producción de ladrillos del país, no reflejan la misma realidad.

Durante el 2016, el promedio mensual de ventas del Grupo fue de 158.000 toneladas mensuales. Y en abril de 2017, se vendieron 158.682, una cifra no sólo cercana a las del año pasado sino un 14% menor a las ventas del mes anterior. En conclusión, durante el primer cuatrimestre de 2017, la actividad se retrajo en un 4,67% en comparación con el último cuatrimestre de 2016.

Estos números son muy poco alentadores considerando la capacidad de producción que totalizan las 6 plantas que el Grupo tiene a lo largo y a lo ancho del país (Quilmes, Pilar, La Plata, Rosario, Córdoba y Cunmalleu): 280.000 toneladas de ladrillo por mes. O sea que, actualmente, la capacidad de actividad en las fábricas tuvo una baja superior al 40%.

El propio INDEC, a través de su ISAC, lo indica: en el mes de abril, con relación a igual mes del año anterior, el consumo en insumos para la construcción creció un 80,6% en asfalto, un 33% en hierro redondo para hormigón y un 11,6% en cemento.

Y según el mismo ISAC, el primer cuatrimestre del año demostró bajas de consumo interanuales del 10,1% en artículos sanitarios de cerámica, del 5,6% en ladrillos huecos, del 2,9% en resto de insumos (incluye vidrio para construcción y tubos de acero sin costura) y del 2,8% en pisos y revestimientos cerámicos.

La conclusión deducible es que el presupuesto público se está destinando a obras de infraestructura vial, quedando todavía en espera los anunciados planes de vivienda, y que la obra privada está comenzando a recuperarse, pero tímidamente.

Dentro del ámbito de la construcción, afirman que la actividad del primer semestre del año estuvo muy por debajo de las expectativas, sobre todo en el sector industrial, y que todavía aguardan el impulso de la industria. La principal preocupación es el alto déficit habitacional existente en el país, que actualmente es de 3,8 millones de propiedades, afectando a 12 millones de argentinos.

Desde el directorio del Grupo UNICER, confían en que los años venideros serán positivos para el rubro, ya que las recientes medidas económicas realizadas en pos al acceso a la vivienda (nuevas líneas de crédito y las exenciones de impuestos en las cuotas hipotecarias) van a desembocar en mejores resultados.

Pero a su vez alienta al Gobierno Nacional a reestablecer prioridades, buscando paliar esta situación tan crítica. Y a través de la industria argentina, dándole el valor que merece cada producto nacional en contraposición a las masivas importaciones de productos extranjeros que no respetan la competitividad de la industria local y las necesidades coyunturales.

Para citar por última vez al ISAC, los permisos de edificación otorgados para la ejecución de obras privadas aumentaron en abril un 18,1% con relación al mes anterior y un 9,4% interanual. Esta cifra permite recibir al segundo cuatrimestre del año con una mirada positiva, restableciendo la confianza en la reactivación.