• DIALOGOS

VECINDARIOS EN ALTURA DE LADRILLOS CERÁMICOS, UN ESTILO URBANO EN CRECIMIENTO

En medio de un barrio de casas bajas en Rosario, un nuevo edificio proyectado por los arquitectos Castellitti – Bertoni es novedad por su diseño y sus materiales sustentables.

La capital de Santa Fe comenzó el 2018 con la inauguración de un proyecto que se destaca por su ubicación privilegiada. El estudio de arquitectura Castellitti–Bertoni diseñó una torre de viviendas en la Calle Güemes, un vecindario que cada vez cobra más protagonismo, demostrado en su alta densidad habitacional dentro del sector urbano de la ciudad santafecina.

Conformado por los hermanos Eduardo Castellitti, Carlos Alberto Castellitti, su socia Gisela Bertoni y José Ignacio Castellitti, desde 2001 el estudio se dedica a la arquitectura en la provincia de Santa Fe.

Eduardo Castellitti es arquitecto desde 1981 y Gisela Bertoni se recibió en 1983. Ambos son docentes en la FADU de la Universidad Nacional del Litoral y han ganado varios premios en concursos locales, nacionales e internacionales. Además, obtuvieron el Premio Bicentenario de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México en la novena Conferencia Latinoamericana de Escuelas y Facultades de Arquitectura.

Desde el estudio afirman que su actividad va intentando, desde 2001, motorizar el intercambio con todos los referentes de la arquitectura de su ciudad –a quienes ellos prefieren llamar “disparadores de nuevas posibilidades”–.

Con respecto a la obra, el conjunto Güemes busca expresarse como “nueva ciudad”: densa, equilibrada y respetuosa del contexto barrial, en donde salvo donde está ubicado el complejo –en el frente más próximo a la laguna Setúbal– la región está preservada de este tipo de construcciones en altura. Es por eso que su originalidad garantiza increíbles vistas y expansiones hacia el paisaje fluvial.

Esta construcción se realizó con mampostería de ladrillos comunes enrasados a la vista y ladrillos cerámicos de distintos espesores en la cara interna de muros perimetrales con cámara de aire y en la tabiquería divisoria interior. Estos materiales, además de ser accesibles en la zona y de contar con una muy buena mano de obra local, tienen altos beneficios de durabilidad y mantenimiento. Los ladrillos cerámicos son más livianos, son de un material natural–sin agregados tóxicos–, aíslan la temperatura del ambiente y no son vulnerables a los rayos ultravioletas. Esto es esencial para las condiciones de la región.

El diseño de la torre no sólo se destaca por replicar las cualidades de una casa en oposición al departamento encajonado de edificio convencional sino que además responde a normas sustentables en cuanto a cuestiones de asoleamiento, iluminación y ventilación natural y disposición funcional. Por otra parte, se incorporaron retardadores pluviales, lo cual implica un avance en tecnologías eficiente e innovadoras. Actualmente, otras tecnologías se encuentran en etapa de evaluación por el equipo de proyecto para próximos emprendimientos.

Bajo la idea de denominar a esta construcción “vecindarios en altura” –y no “edificio de departamentos”–, desde el estudio Castellitti – Bertoni demuestran que su fin fue representar a la ciudad en conjuntos de veredas, zaguanes, jardines, patios y terrazas en altura, y así generar la vitalidad de lo urbano mediante los lugares abiertos.

Fuente: UNICER